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SINOPSIS

En una casa ideal e idílica, corrompida por la inevitable práctica humana y familiar, tres personajes se conocen al margen del mundo gracias a las virtudes de sentarse al fresco.


A la fresca es un (d)espacio para dignificar el reposo, para ensalzar algo tan elemental como el parar, el desconectar de las lógicas del mundo y los sujetos triunfantes y generar un oasis donde la imaginación se expanda.

En todos lares y culturas se practica, a su manera, esto del estar a la fresca. A toda persona le resuena esta circunstancia cósmica. Toda alma se sonríe al pensar en ello. Es un espacio de evocación por antonomasia, un tesoro antiguo sin historia que queremos revisitar conscientemente, homenajearlo, con nuestra frágil condición actual. Aún esperanzada. Siempre.

A la fresca se propone enaltecer las paradas en el camino, las suspensiones de cualquier propósito, la amplitud del error. Esto del salir al fresco en los atardeceres de verano, a decir casi nada, a comentar casi todo, se practica en todas latitudes, a su manera. A toda persona le resuena esta circunstancia cósmica. Toda alma se sonríe al pensar en ello. Es un espacio de evocación por antonomasia, un tesoro antiguo, sin historia, que nos disponemos a revisitar conscientemente con nuestra frágil condición actual. Aún esperanzada. Siempre. Nada resulta más obvio en el siglo XXI que el hecho de que estamos ocupados, que necesitamos estarlo y que es la única y última justificación y sentido que le hemos dado a la existencia contemporánea. Otra vez casi nada para decir casi algo, generar un espacio para el Reposo, dignificarlo. Dar alimento tranquilo, celebrar la renuncia y el sacrificio, la deslumbrante asunción del frenar: aceptar que no queremos, en realidad, mucho para vivir. Y hacerlo hoy en día es más que nunca una reivindicación, un acto de desmedida generosidad. Poner mientes en lo dicho y lo escuchado, cuidar las resonancias... a rezar sólo se aprende rezando: de nada sirve hablar del amor si no estamos en el amor. Volver a charlar con la sospecha de un anfiteatro mayor, una instancia más alta.
Mover imágenes, desbloquear ideas: escribir en la pizarra del aire los gestos del pensamiento y la ensoñación. Salir de pesca por aquel océano salvaje en medio de cualquier conversación. No disimular la búsqueda, compartirla. Retozar en la suspensión. Regodearse en el horizonte de incertidumbre.
Trabajemos a vista, a cuerpo limpio, porque el misterio ya está aquí, nada que inventar. Sólo callar a tiempo, admirar y escuchar bien las señales que nos circundan. En palabras de Bachelard: un álbum de cosmovisiones. Vuela el pájaro, la serpiente repta, nada el pez y el ser humano... conversa. Ése es el atributo del eterno forastero de sí mismo. Salir al fresco; la hora fértil, la despreocupada mediación entre mundos. La hora intermedia expandida. Sin mundo: Escenario. Pablo Rosal

NOTA DEL AUTOR

FICHA ARTÍSTICA

Título: A la fresca.
Autor original & Director: Pablo Rosal.
Reparto: Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo.
Diseño Espacio & Iluminación: Javier Ruiz de Alegría.
Espacio sonoro: Arsenio Fernández.
Diseño vestuario: Felisa Kosse.
Ambientación y tinte vestuario: Taller María Calderón.
Figurines: SaraFree.
Diseño gráfico: Jarorio.
Fotógrafo: Paco Ureña.
Prensa: Paloma Fidalgo.
Coordinador técnico: Leticia Karamazana.

Gestión de producción: Eslinga.
Producción: Los Despiertos Producciones.
Distribución : Caterina Muñoz Luceño. caterina@caterinaproducciones.com

Modalidad: Fábula . Comedia poética.
Duración: 90 minutos.

Título: Los Despiertos.

GALERÍA

© 2024 Los Despiertos Producciones

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